Bosque de los recuerdos. [ Priv. Denmark ]

Le gustaba aquella sensación que le daba estar acurrucado en el pecho del danés, respirando hondo para sentir su respiración embriagarlo. Realmente le gustaba como olía, y si estuviera en su forma "normal" seguramente estuviera sonrojado, tratando de ocultarse contra el para no ser visto de ese modo... era una gran ventaja el estar en su forma animal, no tenía miedo de que lo que hiciera fuera a ponerlo nervioso, y todo lo que decía sonaba como ruiditos adorables, así que ni el mismo podría arruinar aquella bonita situación.

Aprovechó que el danés lo arropó con su capa, dando pequeñas lamiditas con su pequeña en su mentón, hasta dando pequeña mordiditas para darle a entender que eso quería, dormir en ese lugar que era tibio y curiosamente olía muy bien, una combinación entre el dulce olor de las rosas con el sudor personal del mayor, queriendo entender porqué el olía de ese modo tan... bien.

- Quisiera entender porque quiero hundirme entre su piel y poder sentir su calidez mas cerca.... -Dijo entre sus pensamientos, era un conejo, un conejo puro, que sin importar que tipo de pensamientos tuviera no podría ser interpretados de otro modo, solo cariños dulces de una mascota... porque eso se estaba convirtiendo, la mascota del danés.

Pasó su mano por encime del pequeño lomo del animalito acurrucado en el hueco entre su cuello y su hombro, sintiendo como a pesar de ser tan pequeño tambien emitie aun asensación de calidez casi tan agradable como el tacto de su suave pelaje. Ahora que lo pensaba, era la primera criatura con la que se divwertía tanto sin terminar matandola o desmembrandola o algo por el estilo, ni un daño le habia hecho y eso ya era algo notable. Bien se lo habia dicho su padre, siemrpe terminaba dañando a todas las criaturas con las que 'jugaba' y mas cuando era un bárbaro como a el le gustaba.

Ahora tenia miedo de dañar al conejo tambien, se habia encariñado mucho con el pequeño animal y no queria que le pasara nada, claro, o mitiendo el pequeño hecho de que el conejo en cuestion era el angel que lo habia adoptado como mascota un día antes. Era curioso, que terminaran con una estraña relacion de amo-mascota y visceversa.

Pero lo que mas le preocupaba y no quería verlo era el hecho de que aun cuando no quisiera hacerle ningun daño al otro lo hacia. Lo dañaba con su presencia, con sus toque, con sus palabras, con el simple hecho de pensar en el ya le causaba un daño, lo ponia en riesgo con su egoismo y era muy posible que tarde o temprano el mismo terminara por lastimarlo, despues de todo era un demonio.

Acarició una vez mas al conejo por encima de la capa con la que lo cubria y cerró sus ojos. -De verdad quiero tenerte conmigo, pero sé que terminaré haciendote daño; volveré a lastimarte una vez mas y no sé si pueda evitarlo.-

Estaba muy cómodo en aquella forma, las caricias que le dedicaba el danés eran simplemente agradables, quería sentir mas de aquello, mas de sus caricias y la forma en que lo hacía. Siendo un conejo tan pequeño, las caricias se sentían dulces y muy agradables, simplemente con su mano, que eran bastante grande como para envolverlo fácilmente en su toque.

Estuvo a punto de dormirse en aquella forma sobre el danés, mas... aquellas palabras que dijo simplemente lo hicieron enojar, y aunque le hubiera golpeado fuerte en ese momento, no pudo... se tuvo que conformar en morder aquella zona en la que estaba su cuerpo descansando, haciendo pequeños sonidos de quejas. No entendía la forma en que el danés trataba de mostrar su "felicidad"... aunque sinceramente el tampoco era bueno en ello, al menos se conformaba con poder tenerlo a su lado después de tanto.

- ]No es como si me importe que me lastimes... por algo quise quedarme aquí y estar contigo a pesar de todo... y el precio al que tengo que renunciar...- Fue lo que trató de decir entre sus ruiditos, no parecía tan reprimente el sonido que expresaba al ser un conejo, pero la seriedad seguía siendo la misma.

-¡Auch... oye!... ¿ porque la agresividad?... eso no se vé muy bien en conejo tan lindo como tu, hasta pareces un chico malo...-

En cuanto sintió las mordiditas del conejo y escuchó sus ruiditos que de inmediato pensó eran sus reclamos lo alzó tomándolo por debajo de sus patitas delanteras y le habló. Bonita estampa la que daba al estar tumbado hablándole a un conejo que mecía la mita de su cuerpecito en el aire mientras le miraba de detenidamente con expresión indignada.

Pero no pudo mantener esa expresión por mucho tiempo, el ver simplemtene al pequeño animalito le hacia sonreír, aunque eso no era muy difícil para el. De inmediato lo bajó y lo acomodó de nueva cuenta sobre su pecho, semi abrazandolo para no 'aplastarlo' y lo cubrió un poco con la cama que llevaba.

-Definitivamente, eres muy hermoso, tanto en tu apariencia normal como en ésta forma, y me haces sentir muy bien y hasta olvidar lo negativo a ratos...- Ladeó un poco su cabeza para acercar su mejilla a la peluda carita del conejo y finalmente dió un pequeño beso en su cabecita antes de recostarse nuevametne y cerrar los ojos. --Creo que me siento realmente feliz...-

Cada vez era mas envuelto entre los ropajes del danés, se preguntaba que demonios pensaba en ese momento para decir todas aquellas palabras que para el simplemente no tenían sentido, o al menos lo les entendía del todo, ¿porqué tenía que pensar que iba a lastimarlo? en realidad podía ser el quien lo lastimara con palabras o un golpe en ese momento, pero de eso... mas nada, tal vez.

Le molestaba que siendo conejo no podía quejarse con el danés a menos que morderlo de alguna manera o emitir pequeños soniditos y chillidos cuando este dijera algo tonto, era mejor si volvía a su apariencia angelical que sería lo mejor, sin tomar en cuenta que en ese momento se encontraba sobre el danés, solo quería transformarse y reprenderlo por idiota.

Como ultimo, dio unos cuantos chillidos mas y se hundió un poco en la capa que el danés tenía sobre si, para concentrar toda su energía y volver a su apariencia humana. Al estar sobre el danés, obviamente creció sobre el, quedando con su cabeza contra su pecho, donde enseguida levantó la mirada junto con una de sus manos y le jaló la mejilla con fuerza, frunciendo ligeramente el ceño.

- Si lo que quieres es que me vaya y no vuelva a verte... entonces estás equivocado. Esperé mucho por volver a verte y no dejaré que simplemente acabe así... -Soltó su mejilla, y seguidamente le dio un golpe en la cabeza- Así que estas atado a mi quieras o no...-

No negaría que le sorprendió ver al tierno conejito transformarse sobre el en el rubio de hacia unos momentos, claro que lo que le sorprendió mas fue que hubiera quedado prácticamente sobre él y luego de ello que su primera acción fuera reprenderle y tironear de su mejilla. Claro que su reacción inmediata fue reir por aquello.

-¡bien, bien!... no tengo problema con ello... jajajaja...- enseguida y de un rapido movimiento se giró dejando al angel atrapado entre el piso y su propio cuerpo el cual sostenia un poco para no dejar todo su peso sobe aquel al que le sujetaba las muñecas a ambos lados de su cabeza -... ¿lo tendrás a caso tu... pequeño angel?...- dijo en un tono de voz mas grave e insinuante acercando sus labios hasta casi rozar los del otro, sonreindo en todo momento y mirando a sus profundos ojos.

-¿Tendrás a caso inconveniente o problema alguno en que estés atado a éste demonio que solo te quiere para el y que quiere hacer todo lo que no pudo en vida teniendote por fin a mi lado?...-

Se sorprendió inmediatamente quedó bajo su cuerpo, no se lo esperaba, mucho menos de terminar así con el otro, pero le daba algo de gracia el hecho de como lo tenía dominado con tan poca fuerza, aparentemente sabía lo que hacía y lo que quería, y en ese punto parecía que el era lo que el quería. Cerró los ojos, inclinándose un poco para besar ligeramente sus labio, con mucho cariño y suavidad, queriendo darle a entender de esa manera su respuesta.

- Yo nunca he tenido problema por ello... -

Dijo claramente, dejando sus manos abrirse para parecer "indefenso" ante su agarre, y mirándolo con tranquilidad. No tenía miedo de nada de lo que podría hacer el danés, sabía que no sería capaz de lastimarlo, como el estaba seguro de que no podía hacerle daño que lo pudiera alejar de si mismo, y eso era lo que le gustaba de todo.

- Por eso soy yo quien se molesta tanto por tus palabras de que me lastimaras... sé que no lo harás... a menos que lo que quieras sea otra cosa y me lastimarás por mi bien... podría aceptar el dolor si tu aceptas el mio...-

En ese preciso momento en que el angel le respondía pudo notar cierto toque de seducción en sus movimientos y en su voz, ese beso que le devolvió y a decir verdad, comenzaba a preguntarse si el angel, si ese inocente angel, estaba conciente de lo que hacia, tal vez no, al igual de que el tampoco podía dejar de pensar en un monton de cosas que los involucrarna a ambos, cada una un poquito mas pervertida que la anterior, pero era un demonio, un demonio sexy -segun el- y esa era su naturaleza... querer seducirlo así como en su vida como humano quiso atraer su atencion y conquistarlo.

-¿Tu dolor?... ... jamás podría aceptar algo como eso... de hecho tu no tendrías por que tener ninguna clase de dolor... no por mi causa...- dijo en el mismo tono empleado momentos antes, rozando despues de ello la piel de la mejilla del angel con su labio inferior, era curiosa esa sensación, tanta cercania, tanta calidez sin tocarse casi.

Desvió un poco su recorrido y hundió su rostro en el hueco entre el cuello y hombro del angel aspirando el aroma de éste, dejando una pequeña lamida en el cuello de aquel con su lengua, algo muy sutil, pero suficiente como para no parecer vulgar ni insinuante. Era un demonio, si, pero por encima de ello tenía un encanto que mantener... así que si quería volver a retomar su trabajo anterior tratando de conquistarlo, lo haría con todo gusto.

Miró fijamente sus ojos los cuales lo miraban fijamente con una mirada totalmente diferente a la que solía verlo con mucha constancia, ¿que era? no estaba totalmente seguro de lo que sentía con esos ojos clavándose en los propios llenos de deseo y que lo atravesaban y penetraban en su mente. Aparentemente el danés quería que supiera que estaba sintiendo, pero le era difícil saberlo, nunca había visto una mirada con esa magnitud o con aquel deseo, cosa que le hacía preguntarse que quería a todas estas.

Cerró sus ojos cuando dejó de mirarlo tan fijamente para acariciar su mejilla con sus labios, era algo que nunca había experimentado pero se sentía muy agradable, tanto que soltó un pequeño suspiro de sus labios fugitivo, subiendo su mano en cuanto este se acomodó en su cuello, jugando con los mechones de su cabello, eran suaves y muy delicados, parecían el pelaje de un gatito o hasta de un conejo como el lo era, le daban ganas de jalarlo un poco pero a su vez no porque no quería molestarlo.

Se estremeció un poco cuando sintió aquella lamida, era una aún muy extraña sensación que le dio a sentir, todo el vello de su cuerpo se erizó por completo. Subió su otra mano para abrazarse de su cuello, con las mejillas tenuemente sonrojadas- ... Oye, no hagas eso... se siente raro.. -Dijo bajo, aprovechando que el danés estaba oculto en su cuello y no podía verlo directamente a la cara.

-¿A que te refieres?... ... a esto?...- y nuevamente volvió a lamer cuidadosamente una porción de la suave piel del angel, aprovechadno esta vez para dejar tambien un beso... firme y calido sobre aquella misma zona y despues de ello bajó un poco su rostro para tambien lamer y besar cuidadosamente el hombro del otro que comenzaba a descubrir lentamente.

Afianzó su agarre sobre el chico, notando como llegaba a temblar ligeramente ante esas sutiles caricias, las cuales no eran ni minimamente subidas de 'tono', lo que le daba a entender que nunca habia sido tocado por nadie. Por un lado le tranquilizó un poco dada la reciente información que tenia respecto a sus ultimos días de vida en la tierra, con lo hermoso que era bien pudo haber sido volentado por sus captores. Afortunadamente no fue así, tuvieron la delicadeza de no manchar su pureza y se conservaba igual... para él , claro.

Odió por un momento ser un demonio. Tan pronto averiguó que el otro rubio estaba intacto lo deseó con mas fuerzas aun si era posible. ¿que no podía ver algo puro sin tener la necesidad de corromperlo?...

Aquel era un angel y el un demonio, tendría que lidiar con ello, no podia simplemente tomarlo como si nada, por mucho que lo quisiera y el otro le correspondiera no podía hacerlo sin acarrearle un gran problema al mas bajo. Asi que debería empezar a ponerse limites.

-Lo siento Arvid... no quería incomodarte...- se incorporó un poco y llevó una mano del otro hastas sus labios donde le besó larga y suavemente, extraña muestra viniendo de alguien que ardía de deseos por el otro.

Su cuerpo se estremeció con brutalidad al sentir aquellas lamidas y besos en su cuello, era una sensación sumamente extraña que nunca antes había sentido o recordaba haber sentido... no, simplemente no había sentido algo como aquello, su cuerpo era totalmente nuevo en esos aspectos de caricias. Si bien recordaba, había tenido pensamientos pervertidos contra el desde que era humano, ahora esos pensamientos no volvían, tal vez porque solo pensaba en el y en lo que eran ahora, y que aún así quería estar con el... recordando el pasado, tal vez..

- a-ahhh.... -No pudo reprimir aquel gemido, pero cuando sintió al otro detenerse una especie de presión creció en su interior, ahogando en sus labios las palabras "continua", no sabía si estaría bien que lo hiciera, así que se llevó una mano a los labios y cubrió su boca, desviando su mirada un momento. Sus mejillas se había colorado increíblemente para cuando lo había besado, mas correspondió su beso como pudo o como le salía hacerlo, soltando pequeños suspiros contra el hasta que se separó con los ojos tenuemente brillantes.

- N-no es.. que me incomode... nunca nadie me hizo algo como eso... yo, de todos modos... supongo que puedes continuar... -Susurró, llevándose una mano a los labios para cubrirlos un poco, al tiempo que desviaba su mirada ligeramente a un costado, no quería verlo, decirle que continuara era mas que vergonzoso.

Le miraba atentamente, comenzaba a sentir algo como ¿ternura? o algo parecido por el angel. Era ademas inocente. No sabía lo que podía hacer con esa practicametne invitacion que le hacia al decirle que continuara. Claro que queria continuar, pero no sería justo, por lo menos no hasta que el otro supiera el alcance de sus palabras y sobre todo, estuviera consciente de lo que ocurria entre ellos.

- Tal vez no sea buen aidea que continue, Arvid.... no por el momento... tal vez mas adelante... pero por ahora..- antes de concluir esa frase pasó uno de sus brazos por detras de la cabeza del otro y su otro brazo por su cintura para levantarlos a ambos en vuelo desplegando sus grandes alas hasta que pudieron ponerse de pie.

Envolvió al otro cuidadosamente con su capa, principalemten para evitar que se viesen sus alas blancas y posteriormente le alzó en brazos para salir corriendo antes de remontar en el aire volando por todos los alrededores del viejo castillo.

Quería que viera aquellos lugares donde antes estuvieron, cerca uno de otro pero lejos a la vez. Ahora podrían estar mas cerca, aun cuando hubiera un abismo que los separase por sus obvias diferencias.

Voló a lo mas alto de las ruinas de las torres de la edificación, a una de las cuales el asistió para hacer guardia, para vigilar por su seguridad, donde podía haber pasado dias y noches enteras sin preocupacion sabiendo que mientras estuviese allí nada que llegara dañaría al otro. Ahora era un poco mas distinto, tal vez tendrían que ocultarse siempre para poder verse y estar juntos, pero no le importaba tanto si esque con ello podria tener todo eso que siempre quiso .

-Mira Arvid... desde aqui puedo ver el bosque... donde nos concimos... de nueva cuenta... podremos permanecer ocultos en el como antes, podremos volver a la habitación de los cuadros o las ruinas, todo esto es nuestro ahora... Ya que no podemos ir con el otro a su mundo, siempre podremos tener este lugar como el bosque de nuestros recuerdos...-

Le sonreía mientras le hablaba y miraba todo el panorama debajo de ellos, aun cuando fuesen unas ruinas y un viejo bosque olvidado era realmente hermoso. Le abrazó de nueva cuenta y toó su rostro con delicadeza, inclinando el propio y acercnadose hasta rozar sus labios con los ajenos - Todo ésto es hermoso Arvid, pero nunca lo será tanto como tu...- y lentamente fue eliminadno esa minima separación hasta que pudo adueñarse de esos labios nuevamente.

Fue raro para el que lo levantara de ese modo aún cuando el parecía disfrutar lo que hacía, solo lo ignoró, tal vez era mejor que no continuaran ahora o por el momento, y así podrían hacer otras cosas, que aparentemente el otro ya había hecho al alzarlo así y cubrirlo para que no mirasen sus alas al dado caso, y aunque podía volar, era mejor si el danés lo llevaba y así no mostrara sus blancas alas que pudieran delatarlo y meterlo en problemas... mas de los que ya estaba.

Miró todo desde lo alto, era cierto que lo había visto desde que había venido, pero hacerlo en brazos del danés solo lo hacía mucho mas especial de lo que ya era. Su corazón latía con rapidez y todo lo que estaba a su al rededor le daba recuerdos del pasado, del pasado feliz que tuvo mientras se hablaban de gritos en el bosque, y aquella vez que curó de su cuerpo, tantas cosas que a pesar de pasar un mal rato, habían mas pensamientos buenos que malos, y eso lo calmaba internamente a un punto en el que se sentía libre y feliz.

Ahora que lo pensaba, a pesar que estaba el pasadizo hacia donde habían tirado todos sus cuadros, el castillo no debía estar tan deteriorado, tal vez pudiera haber algunas cosas bien, como camas, quizás la cocina y una que otra cosa, hasta tal vez, solo tal vez podrían haber ropas de cuando estaba con vida, de su madre, quizás también de su padre o hasta suyas propias, aunque ese ultimo lo dudaba un poco, podría probarse alguna que otras de esas, aunque su padre era muy grande y el no pudo crecer mas despues de su muerte y quedó "pasmado" en esa forma, tal vez con recortes y demás. En fin.. el castillo podría ser un hogar para ambos.

A punto de decirle, fue aparentemente tomado por el danés para que lo mirase, y atraido a sus labios para darle un beso, el cual correspondió de inmediato, y volvió a pasar sus brazos por su espalda para poder aferrarse a el. Se sonrojó con su ultimo comentario, mas solo cerró los ojos y se dejó llevar por el segundo beso que hizo estragos en el mismo y le hizo corresponderlo del mismo modo, tal vez un poco pasional al recordar todo el deseo que alguna vez tuvo por el y como crecía cada vez que el lo abrazaba hasta separarse para poder hablar.

- .. Podríamos... vivir en el castillo... tal vez queden algunas cosas y no tendría que ser en la oscuridad de las ruinas enterradas.. aunque el castillo esté degradado y destruido, algunas cosas deben haber... todo esto será nuestro hogar... como en un pasado lo pudo ser -Dijo claramente, mirándolo con mucha decisión al hablar, quería que entendiera que estaba siendo serio en ese momento en todo lo que decía y quería ser tomado en serio por el.

Miró con fijeza al angel, sorprendido por aquellas palabras. No tuvo por unos momentos respuesta para aquello, fue tan sorpresivo que aquel propusiera aquello...

... Obviamente era algo que deseaba, estar con el en un lugar seguro para ambos, pero la firmeza de aquellas palabras lo tomaron por sorpresa.

Quiso argumentar alguna cosa mas, tal vez otro sitio, pero no habia nada mas que objetar y el mismo lo sabia, aquel lugar era suyo, les pertenecía y era perfecto solo por ello, estarían solo ellos y lo conocían ademas, juntos podrían levantarlo nuevamente.

En los ojos del angel podía ver la determinacion que tenia; de verdad lo quería, al igual que él; un hogar, un lugar el cual poder llamas solo suyo y vivir finalmente todo lo que antes no pudieron.

-Si, Arvid... éste será nuestro hogar. No importa nada más, así no fueren mas que ruinas es nuestro. Solo nuestro. Aqui podremos vivir la historia que pudo ser hace cientos de años, tu y yo, nadie mas. Aqui no será un pecado o aberracion el que estemos juntos, no habra traiciones ni faltas porque aqui no serás un angel ni yo un demonio... solo seremos tu y yo...- Lo envolvió nuevamente entre sus brazos y apoyó su cara en el hombro del otro, acercandose para aspirar su aroma y rodeandoles tambien con sus alas.

-Ahora éste es nuestro mundo... donde nos conocimos, nos separamos y nos volvimos a encontrar...-

Pudo dar una gran vista al castillo, no estaba en tan mal estado, al menos se veía bien y podrían vivir los dos juntos, al menos el cuarto de el que estaba en el primer piso estaría bien, y tal vez el de sus padres que estaba en el de en medio, el gran salón y demás cosas, aunque quería preguntarse hasta donde llegaron aquellos invasores castillo, eran pensamientos nulos que simplemente desaparecieron con la aprobación del danés sobre usar el castillo como su hogar, y como su corazón latió rápidamente con aquello, podría vivir lo que siempre quiso como humano.

Se aferró al cuerpo del danés cuando este lo abrazó con tal fuerza y como lo envolvía con sus alas, no entendía, nunca había sido tan "cariñoso" con alguien, ni estando vivo y enamorado había sido bueno con el, ¿porqué siendo ángel ahora no quería soltarlo? era sencillo, volverlo tener después de tantos años de perderlo sin poder tan siquiera decir adiós habían hecho que su corazón latiera con mucha fuerza, aunque... quizás el no quería entenderlo, se sentía idiota y a la vez feliz como nunca antes.

- Para mi no has sido mas que tu, nunca creí que fueras un demonio, aunque tu solo vieras que soy un ángel... yo nunca vi el color de tus alas... -susurra, escondiendo su rostro contra su cuello, respirando aquel aroma que tenía el danés, una combinación de olor a las brasas o el carbón, y su olor corporal que lo hacía derretirse. - Viviremos aquí donde en un principio debió ser... deberíamos revisar las cosas... si...hay camas o algo de eso, si no... aún debería quedar algo del pueblo cercano... aunque seguro ahora es una cuidad... no lo sé... hace mucho que no estoy aquí... -

Confesó, con algo de nostalgia al recordar como era antes y como cambió antes y después de la radiación, pero, no tenía que pensar en eso, ya tenía todo lo que quería entre sus brazos, y con el era suficiente.

Estrechó con mas fuerza el cuerpo del otro rubio entre sus brazos, escuchando cuidadosamente lo que decía. Una calida sonrisa pasó por sus labios y se detuvo en ellos cuando se separó un poco del chico para mirarle a los ojos e inclinarse levemente para besar la punta de su nariz.

-Yo ni siquiera recordaba quien eras... solemente recordaba tus ojos, ellos nunca dejaron de estar en mis recuerdos, y tampoco imaginé que pudieras ser un angel, ni siquiera sabía que era lo que me hacia falta hasta que te encontré. Y el unico motivo por el que me importa el color de nuestras alas es por el peligro que puedas tener y yo no pueda protegerte, porque estando contigo te prometo que nada te pasará, yo cuidaré de ti desde ahora, como debió ser en aquel entonces en el que tal vez hubiesemos tenido que escapar como ahora para poder estar juntos. Creo que en aquel tiempo no era bien visto que alguien como tu y yo... bueno... somos seres del mismo genero... pero eso no importa ya, no me importó en ese momento ni ahora... lo unico que me importa es que estas aqui, conmigo, ahora; y no me interesa si es que no queda nada en el castillo, ¡Yo construiré todo para tí!...¡Te lo prometo! ¡Será perfecto, no faltará nada, tendremos todo lo que siempre quisimos y será grandioso!!, ¡¡jajajajaja!!!...-

Comenzó a reir animadamente extendiendo sus alas repentinamente haciendo que una lluvia de plumas translucidas y color humo cayesen a su alrededor mientras el alzaba al otro y le daba vueltas por los aires en su mismo sitio. Estaba realmente feliz, de ello no habia duda.

Se emocionó, hasta pudo pensar que demás al pensar en que reharían su hogar entre ellos dos, le era raro, nunca pensó que el sería quien propusiera eso, en aquel tiempo siempre lo evitaba, creo que ya sabía porque, si alguien se enteraba que sentía algo por alguien del mismo genero podía hasta ser maltratado por los demás, aunque eso no le importase, ahora siendo ángel no le importaba ser el quien lo persiguiera, por decirlo así, que fue lo que hizo desde un principio.


- Quizás hasta hayan de mis antiguas ropas... o de mi madre... en aquel tiempo usaba una túnica que tenía apariencia de vestido, o al menos eso decía mi padre, pero ellos eran quien siempre querían que las usara... -Lo pensó un poco, omitiendolo para mirar el rostro del danés fijamente, acariciando su mejilla con cuidado- Podemos ir a ver como han quedado las ruinas del castillo... si lo deseas, claro está... dar una vuelta a ver que cosas pueden servirnos para estar aquí... simplemente no quiero volver al cielo, aunque... si tu quieres volver al infierno está bien... yo te esperaría aquí -

Sugirió, el sinceramente no era que el cielo le agradase mucho, aunque estar entre las esponjosas nubes si era algo que le gustara, y la gran vista desde el alto cielo, pero eso era lo de menos, podría volver por los cielos cuando quisiera, mas no era que quisiera volver al paraíso, o al menos no muy a menudo como antes lo hacía ya que aquel era su hogar.

Dejó de dar vueltas con el angel alzado en vilo, se detuvo lentamente hasta dejar al otro en el piso nuevamente.

-Tenemos que volver... aunque no queramos tendremos que volver, en algun momento... nopara quedarnos claro, pero no podemos desaparecer así como si nada... no si se supone que aun estamos vivos.

Tomó las ma nos del angel y desvió su mirada al suelo, viendo el montón de plumas oscuras a su alrededor con algunas plumas blancas y brillantes.

Yo soy un guerrero... soy un asesino. Asi que tengo que regresar de vez en cuando, mientras se sepa que estoy con vida será extraño que no aparezca por mucho tiempo... Además está mi padre... aunque bueno... Far... no es mi padre realmente... pero lo ha sido desde siempre, desde que renací me ha cuidado y criado como mejor pudo... es un buen hombre, creo que soy una vergüenza para la buen aeducacion que me dio, puesto que soy completamente diferente a el. ¿Sabes?... mi far pudo haber sido un angel grandioso, no sé porque personas tan buenas como él fueron condenados a tener alas oscuras... Sé que el no es feliz por ello, y aun cuando no lo fu era trataba siempre de enseñarme lo mejor para que olvidara ese vacio que nunca supimos a que se debía... Fue él el que me habló de ti... o bueno, del hi jo del medico. Nunca supo realmente que habia ocurrido entre nosotros, pero lo poco que sabia no dudó en decirmelo y me alentó a que viniera a buscar los fragmentos de mi pasado... Sería lo unico que extrañaría del infierno... aunque... creo que ahora tiene a alguien mas por quein preocuparse... o por lo menos eso es lo que sospecho...- Sonrio cariñosamente al recordar la ulitma conversacion que mantuvo con el báltico, en el que se habian confesado tener una razon por la cual querer seguir dando lo mejor de sí.

-Pero ahora este es mi mundo... tu eres mi hogar ahora...- ALzó las manos del otro rubio y las beso suavemente.

Miró a todas partes, estaba lleno de sus plumas y las del danés-demonio, parecía hasta que hubieran tenido una batalla entre ellos dos, una batalla de poder que a final de cuentas terminara como desgracia el perder las plumas de sus enormes alas. Un campo de batalla, que en realidad para el era de los encuentros mas felices que había tenido desde su resurrección como ángel y que ahora lo estaba viviendo como siempre quiso vivirlo, hasta con la sensación de ser algo prohibido y eso lo excitaba, lo hacía sentirse emocionado, aunque simplemente su rostro no lo demostrara.

Y de inmediato pudo ver su rostro mientras hablaba, parecía inspirado en ello y feliz, hasta sentía curiosidad de conocer a aquella persona que con tanto cariño salía la palabra "Far" de sus labios, hasta sentía un poco de celos, pero no celos de amorío, si no de como sentía felicidad al hablar de el y como estaba contento de hablar de aquello, de como era aquella persona importante y como ahora tenía a alguien especial, sonaba como un relato vivido de una madre a su hijo pequeño para llenarlo de metas.

- Supongo que podemos subir una vez cada dos días... ya sabes... para que no haya de eso problemas, pero en realidad me gusta eso de volver mi antiguo hogar en mi actual hogar... -Por el estaba bien para ser sincero, no quería que se preocuparan por el y luego lo buscaran, metiéndose en problemas, aunque era lo que mas le gustaba de la idea.

-Yo solo necesito una cosa para sentirme completo... -Susurró, por lo bajo, soltando las manos de las del danés y acariciando sus mejillas con cuidado y cariño- Y lo tengo entre mis manos - Como ultimo, dedicó una ultima sonrisa, una verdadera y sincera como nunca recordaba haberlo hecho, claro que en su rostro no era mas que una mueca, pero el sabía que estaba sonriendo y sentía que el danés lo sabría al igual que el.

Abrió los ojos enormemente al verle sonreir. Aquella imagen era realmente angelical, era lomas hermoso que pudiera haber visto en su vida y nueva existencia.

- A-Arvid... estas...- Era una vista maravillosa y un sentimiento extraño le recorrio, era abrumador y maravilloso a la ve, tanto que en sus ojos comenzaron a agolparse algunas lagrimas que se negaban a caer. ¿Era eso la feliciadad que tanto pregonaban?

Sus labios comenzaron a curvarse en una sonrisa similar a la que mostraba el otro, acercandose lentametne a el para envolverlo una vez mas con sus brazos. Era tan increible todo lo que pasaba que tenia miedo de que estuviese soñando solamente y despara de un momento a otro. Y si ese fuera el caso no quería dejar de abrazarlo para se aquello lo ultimo de ese maravilloso sueño.

-Te encontré... te encontré al fin... despues de cientos de años y una muerte en vida antes de dejar de respirar... por fin te tengo a mi lado... como siempre lo soñé, antes de renunciar a todo con tal de poder ir hacia ti... no me importó nada mas que el momento en que pudiera estar así contigo... y por fin está ocurriendo, por fin puedo decirte que te quise desde el primer momento, que no hubo ni habrá ser mas importante que tu en mi existencia... y que sería el mas feliz del universo si tu quisieras aceptarme...- Poco a poco fue arrodillandose ante el angel tomandole de la mano y alzando su rostro para mirarle a los ojos.

-... esperé mucho tiempo para ésto... Arvid... ¿quieres compartir tu vida conmigo... y ser mi compañero?-

Se dejó envolver en sus brazos soltando un pequeño suspiro, le gustaba sentirse entre sus brazos, así que de inmediato pasó sus brazos por su espalda, tomando entre sus dedos su ropa, y alguna que otra pluma de sus alas que quedaron de ese modo atrapadas con sus manos, le gustaba su calidez, la gran diferencia entre el danés y el, el tan tibio, por el infierno, pero estaba frío su cuerpo, a pesar de vivir en su paraíso.

Notaba como el danés lentamente se separaba y como sus palabras lo hacían estremecerse, cada vez mas, eran palabras dulces que antes hubiera querido escuchar, y ahora que derretían su interior lentamente con cada una de sus palabras, eran hermosas, le gustaban increíblemente, pero no entendía del todo, parecía como si se le declarara con aquellas palabras dulces, pero no sabía si estaba bien aquello, no del todo, era extraño, pero era cierto, lo miró arrodillarse y decir aquello ultimo, su corazón latió con rapidez y tragó grueso, pensando sus palabras.

- ... A-anko... -susurró bajo, subiendo su otra mano para tomar la del danés y comenzar a agacharse también, quedando arrodillado en el suelo, mirando sus ojos con fijeza para poder decir lo correcto. - .. Anko tu... bueno yo... -se mordió con fuerza el labio, esperando para poder decir lo que debía- ... Yo... quiero.... s-si quiero... -sus labios temblaron ligeramente y soltó su mano, solo para pasarla a sus mejillas y acercarlo a su rostro para besar sus labios.

Se dejó guiar por las manos del otro hasta alcanzar los labios de aquel y besarlos una vez mas. Dentro de su cuerpo su corazon o lo que tuviera en su l ugar corria desvocado al punto que sentía que saldria disparado de su pecho, la sangre le hervia y algo revoloteaba en su estomago... todo lo que sentía cuando estaba vivo y le veía por los pasillos. Claro que aquello no se igualaba en intensidad, ahora era infinitamente mas grande.

Lentamente pasó una de sus manos por la nuca del otro y le atrajo con suavidad para poder envolverle lentamente con sus brazos; y una agradable sensacion le envolvió, c omo si todo en su universo estuviera bien, se sentía por primera vez 'completo'.

Por un instante pensó que tantas emociones lo derretirian y en su sojos comenzaron a formarse pequeñas lagrimas, claro que no dejasía que el otro lo viese de esa forma, así que le abrazo con mucha fuerza y continuó besandole... a su compañero, su nueva razon y motivacio para querer seguir existiendo.

Pronto una alegría inmenza le invadió, QUería saltar, gritar, volar, lo que fuera con tal de demostrar lo feliz que se encontraba y que el otro supiera que en realidad habia esperado mucho por el, pero lo unico que atinó a hacer fue a estrechar mas fuerte aun al angel y dejarse caer de espaldas al piso, jalando con el al angel mientras reía completamente feliz y rodaba de un lado a otro con el mas bajo entre sus brazos.

Se dejó envolver en aquellos brazos del danés, dejándose hundir lentamente, aunque su cara se encontrara nuevamente seria, tenía un brillo especial, estaba algo feliz entre tanto después de tanto tiempo, ahora si conocía muy bien el significado de la felicidad y la tenía entre sus brazos mientras se acurrucaba contra su pecho y su corazón latía incontrolablemente, y hasta se sentía en un sueño.

Pasó sus manos a la espalda del danés para abrazarlo con fuerza mientras este hacía lo mismo, subiendo su mirada de su pecho para poder bien mirarlo y notar como ahora estaba sonriente, la sonrisa que tanto le gustaba estaba en su rostro totalmente brillante y hermosa, la sonrisa que lo hacía diferente al resto de las personas.

- Anko... -y de inmediato cayó al piso siendo jalado por el danés, cosa que lo impresionó y sorprendió, pero de inmediato ahora estaba rodando, ¿que demonios? eso era raro, y hasta comenzó a forcejear para que lo soltara- ¿Que crees que haces?... me vas a terminar golpeando contra algo.. -replicó mientras el aún continuaba con sus movimientos y con su risa muy alegre, a pesar de que ahora el mismo tuviera el ceño fruncido por estar siendo obligado a arrastrarse.

-Oh!, vamos!!... no te sucederá nada... y en todo caso te crecerá de nuevo!... jajaja!!! ... Continuó rodando por el piso con el angel en brazos, riendo y disfrutando de ese momento -...Además esperé por mucho tiempo para ser tan feliz como me siento en este momento... ¡disfrutalo, disfrutalo conmigo!... jajaja...-

Detuvo su movimiento por el piso y soltó al otro rubio, quedando de rodillas en el piso, ni bien hubo esperado a que el otro se repusiera le tomó entre sus brazos alzandolo al tiempo que emprendía el vuelo, elevandose una vez mas por los aires, rodeando una y otra vez lo que sería su nuevo hogar, yendo finalmente en picada hacia el profundo b osque girando en su descenso y subiendo de igual forma tan pronto estuvo a punto de tocar el piso remontando nuevamente a lo alto.

Reia y reia, como si en ello le fuera la vida nuevamente, dando una ultima vuelta por el aire y acercandose al arbol mas alto del bosque, allegandose a una de sus grandes ramas donde se acomdó con cuidado y colocó al otro sobre su regazo. Desde ese punto podían ver todo, las ruinas, el pasto que cubria el inmenso campo y el frondoso bosque a sus pies.

-Disfrutalo... Ahora este es nuestro mundo... solo nosotros regiremos aqui... Somos dueños de este mundo, y como tal; yo seré rey de ésto... tu serás mio a partir de este momento y no habrá nada que pueda alejarme de ti ahora... ni siquiera el mismo cielo, mas aun, no habrá siquiera comparación entre ellos y yo... te prometo que te haré sentir la verdadera felicidad...-

No era como si fuera una persona lenta... pero si lo era, en reaccionamiento y se sintió extraño de como de un momento a otro estaba en el suelo rodando y como luego saltaba y se lo llevaba cargado por encima de todo, volando y sobrevolando cosas teniéndolo en brazos como si el no pudiera volar tampoco, cosa que no comprendía del todo, la forma tan feliz que tenía el danés para expresarse porque ni el mismo podía con eso.

Se mantuvo callado aunque escuchaba bien como el danés reía y como se divertía de manera tan entretenida al solo llevarlo, y aunque no lo pareciera por su densa expresión, el también lo hacía, al punto de comenzar a soltar suspiros que serían como una risa ahogada, mientras se aferraba mas al cuerpo del danés cuando caían de picada, asustandose un poco pero volviendo en sí al recordar bien que eran seres "especiales" que podían curar su cuerpo.. o al menos el podía hacerlo sin problema alguno.

Cuando llegaron al arbol y el danés lo acomodó en su regazo, levantándose después de su discurso para mantenerse en vuelo frente a el y tomar una de sus manos, con una ceja alzada y dando un pequeño pokeo en su frente con la punta de su dedo.

- Anko... este lugar es mio... yo soy el Rey... -Dijo para contradecirlo y se sentó a su lado de inmediato, mirando hacia las ruinas y todo lo que quedaba de aquel anterior lugar, entrelazando sus dedos con los del otro- ... Pero... puedes ser la "Reina" ya sabes... no tengo problema con que tomes ese papel... -Dijo como broma y comenzó a hondear sus pies en el aire y sentirse un poco en el vacío como de costumbre era cuando volaban, cerrando sus ojos para poder sentir como el aire peinaba su cabello y dejaba que algunas plumas viejas salieran volando para regarse por el piso.

- Aunque en realidad... no me importa eso de ser... Rey... o ángel, o demonio... me importa lo que soy ahora y como fue que me convertí en ello... -