Visitando al Viejo Mundo
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Visitando al Viejo Mundo
Podría considerarse una necedad, un capricho que nacía desde su interior y la empujaba a encontrar un camino que no creería que podía serle bien. Pero la vida continuaba incluso después del Ocaso. Continuaba para ellos; seres que desde el comienzo de los tiempos se habían mantenido ocultos del ojo humano... Y ahora... Ahora podría decirse que ese mundo, ese terreno sucio y estéril era la discordia entre los mundos que nunca habían pertenecido a él.
Habían transcurrido cientos de años desde la última vez que visitaba esos parajes llenos de edificaciones, de contaminación y esplendor al mismo tiempo. Era tiempo de regresar y observar con sus ojos cómo había cambiado toda la maravilla y tecnología por... Basura, escombros.
Y de cierta forma, aún consideraba hermosa tal destrucción. Porque era el trabajo de la misma humanidad, que se creaba con el único fin de destruírse. Vaya espectáculo. Y justo ahora le parecía que había sido ayer cuando los animales convivían con los humanos... Casi podía imaginar las escenas más majestuosas, y más horribles.
Habían transcurrido cientos de años desde la última vez que visitaba esos parajes llenos de edificaciones, de contaminación y esplendor al mismo tiempo. Era tiempo de regresar y observar con sus ojos cómo había cambiado toda la maravilla y tecnología por... Basura, escombros.
Y de cierta forma, aún consideraba hermosa tal destrucción. Porque era el trabajo de la misma humanidad, que se creaba con el único fin de destruírse. Vaya espectáculo. Y justo ahora le parecía que había sido ayer cuando los animales convivían con los humanos... Casi podía imaginar las escenas más majestuosas, y más horribles.
Mirjana Bratovich- Reino de Croacia
- Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 12/07/2011
Re: Visitando al Viejo Mundo
El mundo era tan diferente ahora... Aquel mundo que él había visto rebosante de vida y actividad... Que era hermoso y lúgubre al mismo tiempo y que le había marcado como un ser diferente, algo a lo cual temer.
Ahora los humanos con los que se había visto condenado a vivir habían desaparecido y con el paso del tiempo por fin logró entender que él no era uno de ellos. Nacido entre ellos y criado con ellos, el estigma de sus alas le había hecho vivir un infierno. Había escuchado de leyendas de ángeles y demonios, seres diferentes a los humanos, pero que no vivian con ellos, como él... ¿Entonces quien era? ¿A quien pertenecia?
Su respuesta comenzó a formarse con la extincion de la vida en la Tierra... Ahora era más común ver seres alados rondando las viejas ruinas. Pero tambien eran diferentes a él... Y lo peor, tambien era un indeseable entre ellos, un impuro, un paria.
Fue un terror para él descubrir que esos seres alados sólo se acercaban a él para intentar matarle y tuvo que aprender a defenderse aún con más fireza que contra los humanos y tras someter a varios de ellos fue descubriendo poco a poco su origen. Era una raza prohibida, el fruto de una unión bizarra... En fin, algo que no debía existir ni para los humanos, ni para los seres con alas.
Pero aprendió a sobrevivir a esa nueva amenaza. Familiarizado con las cosas de los humanos, sabía buscar refugio e incluso podía hacer funcionar algunos aparatos eléctricos gracias a su poder. Había construido un pequeño refugio, en los pisos superiores de un edificio que había sobrevivido en pie gracias a su fuerte estructura. Ahí había acomulado todo lo que le interesaba... Desde antiguedades de los humanos, libros, muñecas... Todo lo que llamara su atención.
Era una vida estable y segura, pero sentía que faltaba algo. Cuando vivia entre humanos había llegado a entablar amistad con alguno y le agradaba ese sentimiento de compañía, de confianza. Y más que nada le intrigaba cuando los humanos se unian para formar parejas. Había leído mucho al respecto, pero seguía siendo un misterio. El "amor"... esa palabra tan oculta desde el inicio de la vida daba vueltas en su cabeza una y otra vez. Pero siempre se regresaba a la realidad al recordar que él era un ser prohibido, destinado a ahuyentar a todo el que se acercara a él.
Ahora los humanos con los que se había visto condenado a vivir habían desaparecido y con el paso del tiempo por fin logró entender que él no era uno de ellos. Nacido entre ellos y criado con ellos, el estigma de sus alas le había hecho vivir un infierno. Había escuchado de leyendas de ángeles y demonios, seres diferentes a los humanos, pero que no vivian con ellos, como él... ¿Entonces quien era? ¿A quien pertenecia?
Su respuesta comenzó a formarse con la extincion de la vida en la Tierra... Ahora era más común ver seres alados rondando las viejas ruinas. Pero tambien eran diferentes a él... Y lo peor, tambien era un indeseable entre ellos, un impuro, un paria.
Fue un terror para él descubrir que esos seres alados sólo se acercaban a él para intentar matarle y tuvo que aprender a defenderse aún con más fireza que contra los humanos y tras someter a varios de ellos fue descubriendo poco a poco su origen. Era una raza prohibida, el fruto de una unión bizarra... En fin, algo que no debía existir ni para los humanos, ni para los seres con alas.
Pero aprendió a sobrevivir a esa nueva amenaza. Familiarizado con las cosas de los humanos, sabía buscar refugio e incluso podía hacer funcionar algunos aparatos eléctricos gracias a su poder. Había construido un pequeño refugio, en los pisos superiores de un edificio que había sobrevivido en pie gracias a su fuerte estructura. Ahí había acomulado todo lo que le interesaba... Desde antiguedades de los humanos, libros, muñecas... Todo lo que llamara su atención.
Era una vida estable y segura, pero sentía que faltaba algo. Cuando vivia entre humanos había llegado a entablar amistad con alguno y le agradaba ese sentimiento de compañía, de confianza. Y más que nada le intrigaba cuando los humanos se unian para formar parejas. Había leído mucho al respecto, pero seguía siendo un misterio. El "amor"... esa palabra tan oculta desde el inicio de la vida daba vueltas en su cabeza una y otra vez. Pero siempre se regresaba a la realidad al recordar que él era un ser prohibido, destinado a ahuyentar a todo el que se acercara a él.
Mikiel Vassalli- República de Malta
- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 17/06/2011
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