Exploración de Rutina (libre)
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Exploración de Rutina (libre)
A veces se sorprendía de la cantidad de lugares inexplorados y cosas nuevas que aún no había visto a pesar de llevar años recorriendo los alrededores de su montaña y siendo que solo tenía un limitado rango de acción de unos cuantos kilómetros a la redonda (al menos por ahora). Esta vez había demorado en bajar solo una semana ya que la última vez solo se había llevado una estatua y ahora quería explorar más, particularmente la biblioteca que, aunque ruinosa, se notaba que en sus buenos tiempos era majestuosa no solo por su gran tamaño sino por su envergadura bibliográfica, era precisamente por eso que ahora se encontraba transitando por ahí, caminando entre restos de escombro, madera y papel, viendo lastimeramente los libros maltratados, rotos, quemados, víctimas del tiempo y la destrucción. Llevaba un enorme bolso cruzado para meter todo lo que pudiera. Llegó a una sala que parecía haber sobrevivido a la guerra y al tiempo y empezó a examinar los volúmenes buscando algo lo bastante atrayente o que mereciera la pena salvarse (aunque todo material escrito debía salvarse, aún tenía que priorizar ya que no podía llevárselo todo), por supuesto, sin bajar la guardia pues uno nunca sabía cuando un ángel, demonio o mestizo fisgón estaría merodeando por ahí, aunque para eso también iba bien armado.
Vash Zwingli- Confederación Suiza
- Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 13/06/2011
Re: Exploración de Rutina (libre)
Llevaba viajando casi un mes entero.
Por fin se había decidido a dejar atrás su tierra natal y aventurarse más allá de lo que conocía. No había tomado esa decisión por nada en especial, simplemente deseaba hacerlo, mirar más allá del horizonte.
Había emprendido el viaje encontrándose cerca de las montañas que separaban el país antes denominado España, con el que fuera llamado Francia. Según su mapa, algo ajado ya y bastante descolorido, esas montañas se llamaban Pirineos y aún podían seguirse varias rutas a través de sus puertos de montaña.
Consiguió atravesarlas en poco más de un par de días alternando planeos y caminatas, parando a dormir entre recovecos de roca y buscando comida en los alrededores. Él mismo llevaba a cuesta una especie de bolsa atada a la cintura, riñonera decía el mismo objeto, en el cual llevaba su mapa y algunas cosas imprescindibles como botellas de agua y algunas reservas de fósforos. No llevaba mucho peso porque eso le dificultaría a la hora de planear sobre las corrientes, pero logró sobrepasar la cordillera sin contratiempos.
Una vez en tierra francesa, se dedicó a avanzar en línea recta siguiendo la costa al principio, internándose luego. Quería avanzar hasta de nuevo toparse con las montañas, esas que por lo que sabía se llamaban Alpes.
Cumplía un mes de viaje cuando alcanzó uno de los picos, junto a una ciudad antigua y en ruinas. Respiraba inquieto. No podría bajar del todo hasta que no volviese a soplar una corriente capaz de elevarlo. Pocas horas después pudo bajar planeando aunque prefirió no tocar tierra hasta que viera un lugar seguro donde aterrizar.
Por eso quizá, no se dio cuenta de que no era el único que andaba en esa zona.
Por fin se había decidido a dejar atrás su tierra natal y aventurarse más allá de lo que conocía. No había tomado esa decisión por nada en especial, simplemente deseaba hacerlo, mirar más allá del horizonte.
Había emprendido el viaje encontrándose cerca de las montañas que separaban el país antes denominado España, con el que fuera llamado Francia. Según su mapa, algo ajado ya y bastante descolorido, esas montañas se llamaban Pirineos y aún podían seguirse varias rutas a través de sus puertos de montaña.
Consiguió atravesarlas en poco más de un par de días alternando planeos y caminatas, parando a dormir entre recovecos de roca y buscando comida en los alrededores. Él mismo llevaba a cuesta una especie de bolsa atada a la cintura, riñonera decía el mismo objeto, en el cual llevaba su mapa y algunas cosas imprescindibles como botellas de agua y algunas reservas de fósforos. No llevaba mucho peso porque eso le dificultaría a la hora de planear sobre las corrientes, pero logró sobrepasar la cordillera sin contratiempos.
Una vez en tierra francesa, se dedicó a avanzar en línea recta siguiendo la costa al principio, internándose luego. Quería avanzar hasta de nuevo toparse con las montañas, esas que por lo que sabía se llamaban Alpes.
Cumplía un mes de viaje cuando alcanzó uno de los picos, junto a una ciudad antigua y en ruinas. Respiraba inquieto. No podría bajar del todo hasta que no volviese a soplar una corriente capaz de elevarlo. Pocas horas después pudo bajar planeando aunque prefirió no tocar tierra hasta que viera un lugar seguro donde aterrizar.
Por eso quizá, no se dio cuenta de que no era el único que andaba en esa zona.
Antonio Fernández- Reino de España
- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 14/06/2011
Re: Exploración de Rutina (libre)
Llevaba ya algunas horas revisando y recolectando libros, estaba juntando en un montón todos los que le parecían interesantes para después volverlos a examinar con escrutinio y decidir cuales se llevaría, ya tenía muchos y no podía llevar tanto, si no le quedaba de otra tendría que buscar un modo para transportarlos, recordaba que había una tienda de telas cerca de ahí así que tal vez podría improvisar un costal, pero eso solo haría su regreso a casa más difícil.
Estaba pensando en eso mientras revisaba un tomo de "El Contrato Social" que se encontraba en muy buen estado y le estaba llamando poderosamente la atención cuando sintió algo extraño ¿una presencia cercana? se concentró pero no volvió a sentir nada.
-Tal vez es solo el hambre -pensó siendo consciente de que estaba hambriento, cerró el libro y lo metió directamente a su bolso, ese se lo llevaría definitivamente, aprovechó y sacó un envoltorio de papel y fue a sentarse en una silla que se conservaba junto a una ventana, era de plástico y había resistido al paso del tiempo, una vez sentado desenvolvió el paquete revelando unas rebanadas de pan y de queso, junto una rebanada de cada uno y empezó a comer bajo los cálidos rayos del sol.
Estaba pensando en eso mientras revisaba un tomo de "El Contrato Social" que se encontraba en muy buen estado y le estaba llamando poderosamente la atención cuando sintió algo extraño ¿una presencia cercana? se concentró pero no volvió a sentir nada.
-Tal vez es solo el hambre -pensó siendo consciente de que estaba hambriento, cerró el libro y lo metió directamente a su bolso, ese se lo llevaría definitivamente, aprovechó y sacó un envoltorio de papel y fue a sentarse en una silla que se conservaba junto a una ventana, era de plástico y había resistido al paso del tiempo, una vez sentado desenvolvió el paquete revelando unas rebanadas de pan y de queso, junto una rebanada de cada uno y empezó a comer bajo los cálidos rayos del sol.
Vash Zwingli- Confederación Suiza
- Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 13/06/2011
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